Pequeña joya robada....

Anhelo el sabor de tus besos. Anhelo todo contacto interno a ti, a tu ser. Anhelo...¿Qué anhelo? ¿Acaso olvidar es anhelar?
He olvidado de forma permantente el olor de tu ropa, el sabor de tu boca y el color de tu mirada. He olvidado cada centimetro recorrido junto a ti, y a la vez he vendido mi alma al mejor postor. Mi vida ya no depende de mí... sino de ti, que fuiste ese dichoso comprador de almas que apareció en mal momento y en mal lugar; tú, ser viviente doliente que me martiriza con sólo una escasa mirada... Tú...
Ya..., ya me siento vacía, vacía como cuando te conocí, vacía como cuando te perdi, vacía.. porque no sé vivir sin ti...
¿Acaso crees que vas a poder olvidarte de mí? ¿Acaso crees que yo me podré olvidar de ti? En el mismo momento que nos olvidemos una de las dos personas, lo hará la otra... Ahora, ¿qué me dices? ¿Te atreves a olvidarme?
Porque sé que yo aún no estoy preparada.

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