Ismael.

Apresúrate despacio, amor mío, que la noche
reclama nuestra presencia. Es la calma y sus acordes
hoy el lujo imprescindible que nos arrebata el mundo,
los recuerdos olvidados, música callada de estos días de luto.



Apresúrate despacio, que estos días no te esperan,
que este eterno presente no les mostrará clemencia,
para aquellos que, realistas, han pedido lo imposible,
para nuestras simples complicaciones, para nuestras cicatrices.



Puede que sí, que morir sea parte de la vida.
Hoy más que nunca, el planeta y sus mentiras.
Lluvia que quema, gente que espera, niños soldado,
muertos vivientes en la fiesta del club de los solitarios.



Puede que sí, que la historia del futuro, la del mañana
se escriba sin estrellas, nueva y mejorada.
Luces oscuras, emergencias rutinarias, armas inteligentes,
caos controlado, noticias del diario, hoy es siempre.



Apresúrate despacio, que hoy me encontré perdido.
Hoy he de romper el tedio, su pacto sin compromiso.
Hoy creo estar seguro de poder sobrevivir a esta muerte,
de romper esta cadena que me abraza, de una tregua permanente.



Puede que sí, que morir sea parte de la vida.
Hoy más que nunca, el planeta y sus mentiras.
Lluvia que quema, gente que espera, niños soldado,
muertos vivientes en la fiesta del club de los solitarios.



Puede que sí, que la historia del futuro, la del mañana
se escriba sin estrellas, nueva y mejorada.
Luces oscuras, emergencias rutinarias, armas inteligentes,
caos controlado, noticias del diario, hoy es siempre.

Declaración de misantropía.


Renego da xente. De todos os que camiñan polas rúas. Dos que tocan o piano na intimidade do seu salón. Dos que festexan unha noite que mañá xa non recordarán. Dos que cren sabelo todo cando realmente non saben nada. Dos que viven na ilusión de que a vida é de cor rosa. Dos que pensan "iso non me vai pasar a min". Dos fatalistas que non pensan en sobrevivir a mañá. Dos que rin, dos que choran, dos que son inocuos.
Renego dos homes, de todos e cada un dos que me rodean. Dos que percorren o mesmo trazado. Dos que viaxan no mesmo autobús. Dos que me superan en altura. Dos que levan o pelo rapado, dos que levan melenas. Dos que visten elegante. Dos que se cren superiores. Dos que deixan barba. Dos que sorrín sempre, dos que non o fan nunca.
Renego de todo e todos. Non quero ver a ninguén cando alce a cabeza. Non quero escoitar pasos detrás cando vaia andando. Non quero ulir colonias remotamente familiares. Non quero recoñecer trazos nas caras coas que me atope. Non quero repetir experiencias xa vividas. Non quero. Non quero.